martes, 12 de agosto de 2014

PARADIGMA ANCESTRAL O AYMARACENTRISMO

Hoy día, los impropiamente denominados indígenas están al centro de la polémica teórica, marcando línea en torno a nuevos paradigmas para superar el agotamiento del modelo de vida que occidente ha impuesto. Bolivia y Latinoamérica son espacio de procesos intelectuales de trascendencia, pues se está teorizando desde lo subalterno.

Sin duda, esa tarea no está exenta de la dicotomía epistemológica entre centro y periferia, con una fuerte carga desvalorizadora de lo indígena. Al mismo tiempo, el discurso indígena es portador del bagaje colonial, neocolonial y recolonial que impone una convivencia difusa de códigos originarios con los propios de la civilización occidental, tal que coexisten sin demarcar territorios, entretejidos y superpuestos, volviendo difícil identificar cuánto de la denominada cosmovisión ancestral está formateada por categorías eurocéntricas.
Reconociendo la imprescindibilidad de los elementos culturales de los pueblos originarios de Abya-Yala para construir un mundo más equilibrado, estamos de acuerdo en que los mismos deben ser puestos a consideración de occidente, pero sin pretensiones hegemónicas, sin negar que en occidente puedan existir elementos que sirven para recrear otra modalidad de existencia. Eso es exactamente lo que hizo occidente cuando impuso, sin consultar, su propuesta para “salvar” las almas primitivas de los bárbaros con el modelo civilizacional racionalista y evangelizante: se arrogó una verdad de la cual excluyó al otro, y se adjudicó la función salvacionista de una sub-humanidad que, según el dictamen eurocéntrico, vivía en la oscuridad de la ignorancia y no tenía ninguna posibilidad de ascender, por sí misma, al podio de las luces.

Es decir que el nuevo paradigma debe ser construido y reconstruido con el aporte de todos los individuos del mundo –y no sólo los andinos– que se sientan unidos y equilibrados con la naturaleza, el cosmos y la totalidad de la realidad. Ello implica la deconstrucción-reconstrucción de los modelos conceptuales, epistémicos y vivenciales que rigen las relaciones humanas en todo el planeta, así como las relaciones entre el hombre y la naturaleza; por tanto, excede con creces cualquier visión reduccionista que pretenda limitarla o circunscribirla a un grupo étnico, o aún al ámbito social boliviano.

EL FUTURO DEL ESTADO DE BIENESTAR, EL VIVIR BIEN

Ideología del bien vivir
Esta forma de relación comunitaria en el vivir del respeto al medio, pero no había reparado en los frutos armonizadores con la naturaleza de la tierra y su medio ambiente, lo que si vi fueron los lazos tan estrechos en las relaciones de la comunidad, que se miraba en compartir la cosecha o se intercambiaba. Incluso, una parte cultural son las festividades que llevan a cabo todavía a través de mayordomías; este formato deja fuera la mezquindad o el interés individual o de grupo de poder.
Explica los detalles principales de este planteamiento que sitúa a la vida y a la naturaleza como ejes centrales.
El Vivir Bien, el modelo que busca implementar el gobierno de Evo Morales, se puede resumir como el vivir en armonía con la naturaleza algo que retomaría los principios ancestrales de las culturas de la región. Éstas considerarían que el ser humano pasa a un segundo plano frente al medio ambiente.
 “Queremos volver a Vivir Bien, lo que significa que ahora empezamos a valorar nuestra historia, nuestra música, nuestra vestimenta, nuestra cultura, nuestro idioma, nuestros recursos naturales, y luego de valorar hemos decidido recuperar todo lo nuestro, volver a ser lo que fuimos”.
El artículo 8 de la CPE establece que: “El Estado asume y promueve como principios ético–morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble).
El primero busca satisfacer las necesidades del hombre y para el capitalismo lo más importante es el dinero y la plusvalía.
Según D. Choquehuanca el Vivir Bien es un proceso que recién comienza y que poco a poco se irá masificando.

“Para los que pertenecemos a la cultura de la vida lo más importante no es la plata ni el oro, ni el hombre, porque él está en el último lugar. Lo más importante son los ríos, el aire, las montañas, las estrellas, las hormigas, las mariposas (...) El hombre está en último lugar, para nosotros, lo más importante es la vida”.

FESTIVIDAD DEL SEÑOR DEL GRAN PODER

Historia Del Señor Del Gran Poder
1) El Cristo del Gran Poder aparece a inicios del siglo XIX, en el monasterio de la Purísima Concepción, en la zona central de la ciudad de La Paz, la novicia Genoveva Carrión al ingresar en el monasterio trajo como dote un lienzo con la imagen del Señor del Gran Poder.
2) En 1904 el convento se traslado del centro de la ciudad al barrio de Miraflores y con ello se redujo el personal de allegadas.
3) Tiempo después Irene Carrión y María Concepción, criadas de la monjita, demandaron la devolución de la sagrada imagen.
4) La cual peregrinó por diferentes barrios y cuartos de alquiler, donde se realizaba un culto privado que servía como fuente de subsistencia para las beatas, hasta que llegaron a Ch’ijini un barrio en formación donde existían comerciantes, artesanos y tambos atendidos por campesinos que traían sus productos del Altiplano.
5) Una vez instalada la capilla del Rosario se inicio esta fiesta que en principio fue considerada una fiesta de barrio, la primera fraternidad que dio origen a los demás grupos, fue la Diablada de los Bordadores.          

En 1930, la iglesia católica hizo repintar el lienzo, dejando al descubierto un solo rostro (el del centro). Desde entonces se denomina Jesús del Gran Poder, en cuyo honor se realiza la entrada folklórica que lleva el mismo nombre.

Fecha
Mayo o Junio.
Datos Técnicos
Ubicación:
Ciudad de La Paz
Dirección:
Zona del Cementerio, Ch’ijini, Rosario y Central de La Paz

Gran poder y los cambios con el paso del tiempo

A partir de los años setenta y a raíz de la fuerte influencia cultural de los ritmos y danzas folklóricas, los que despreciaban estas manifestaciones, poco a poco se fueron incorporando a esta dinámica social.
Inicialmente este tipo de música, aparece en sus fiestas familiares, y posteriormente toman parte activa, no sólo en las fiestas populares, sino compartiendo la dinámica de sus ritos y tradiciones.
En 1975 las comparsas sobrepasaron la frontera del barrio que se establecía como “límite imaginario” extendiendo la fiesta hasta el corazón mismo de la ciudad, llegando el colorido de los trajes, el ritmo de las bandas y el movimiento acompasado de largas filas de danzarines al paseo del Prado, arteria principal de la ciudad.
La palabra “Entrada” desde entonces adquiere su verdadero sentido, puesto que hace referencia a la incursión de los migrantes de origen indígena, sobre el corazón de la ciudad, que desde la llegada de los españoles, fue delimitada imaginariamente por los diferentes grupos sociales y culturales que la habitan. Esta incursión es una penetración en el territorio del “otro” por la gente que en todo el año es despreciado por su origen indígena.

Entrada del gran poder en la actualidad

En la actualidad esta celebración se ha convertido en una de las más fuertes muestras del folklore nacional, con magníficas danzas folklóricas, que son parte del patrimonio intangible de nuestro país, tales como la morenada, la diablada, los caporales, tinkus, etc, cuyos participantes hacen gala de su alegría, preparadas coreografías, fastuosos y coloridos disfraces.

Actualmente es el fenómeno cultural urbano más destacado de la ciudad de La Paz, participan aproximadamente de 15 mil a 20 mil danzarines, 4.000 músicos de bandas, todos los años presentan un espectáculo al que asisten aproximadamente medio millón de personas, con 6 kilómetros de recorrido. Es un acontecimiento cultural que dura quince horas continuas y que genera una inversión económica de aproximadamente 10 millones de dólares por año.
La fiesta que levanta a los paceños
Gran Poder, la fiesta de los paceños conocida en todo el mundo. en honor al Señor Jesús del Gran Poder, es considerada la “Fiesta Mayor de los Andes”, no solo por la participación de miles de personas, sino también por el movimiento económico que se genera alrededor de la actividad.
Según manifestó Felipe Quispe, el pasante del preste mayor para este año, la festividad del Señor Jesús del Gran Poder es tradicional y costumbrista de la ciudad de La Paz, tiene su origen en la populosa zona de Ch’ijini y se celebra con una extraordinaria demostración folklórica en honor de la imagen (en lienzo) que se venera en el templo de la Calle Antonio Gallardo.

Son más de 65 fraternidades que participarán este año en la festividad. Y en cada una de ellas hay más de 300 fraternos que interpretan las diferentes danzas, haciendo gala de la cultura boliviana. De la misma manera existen más de 2.000 artesanos que se preparan para la elaboración de trajes para cada uno de los bailarines, tomando en cuenta que las fraternidades en su totalidad estrenan trajes y muchos de ellos cancelan un monto extra por obtener un diseño nuevo y exclusivo.

lunes, 30 de junio de 2014

LA PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO LOCAL

TRABAJO NRO. 3

LA PRODUCCIÓN
DEL CONOCIMIENTO LOCAL

La producción del conocimiento local fue escrito como tesis para su doctorado en Ciencias Humanas, mención en Ciencias Políticas (Instituto Universitario de Pesquisas de Rio de Janeiro, 1997). Dentro del amplio ámbito de las ciencias sociales en Bolivia, utilizando este libro como escenario, podríamos localizar dónde escribe Tapia examinando sus (posibles) vínculos con Zavaleta. Ahí, hay dos senderos que vinculan la obra de Tapia con la de Zavaleta: el primero es referencial; el otro, digamos, conceptual y programático. Por un lado, referencialmente, como una constante diseminada a lo largo de su producción intelectual, Tapia ha indicado o se ha referido frecuentemente a la obra de Zavaleta y, más directamente, le ha dedicado ensayos como sus “La pasión histórica del conocimiento y la política.

Por otro lado, conceptual y programáticamente, les sería común el “nacionalismo de izquierda”, como localiza Cerruti a Tapia leyendo su Autonomía moral e intelectual en la política, y que Zavaleta también frecuentó al tratar “lo nacional popular”. Aunque, a primera vista, lo conceptual primaría en esta perspectiva, pues se trata de pensar cómo se producen los conocimientos (sociales) locales, no hay que olvidar que todo ello implica un compromiso político de ahí lo de programático, el de un marxismo (“izquierda”) atento a los procesos locales  (“nacionalismo”).

Este libro de Tapia es seguramente el más minucioso y preciso completo trabajo sobre la obra de René Zavaleta Mercado. Es un detallado viaje por toda la obra zavaletiana, desde sus escritos juveniles hasta su inacabado Lo nacional popular en Bolivia. Todo Zavaleta está aquí: sus libros, sus múltiples y dispersos ensayos y artículos periodísticos, en fin, todo lo encontrarle de su producción intelectual. También están las condiciones contextuales sociales, culturales que entornaron cada una de las etapas que transitó.

Hay varias etapas en este recorrido, “esferas de conocimiento”, las denomina Tapia. En todas ellas, Zavaleta está estrechamente ligado con su entorno socio histórico. No piensa solo, se diría, piensa junto a otros pensadores, piensa junto a los activos actores y hechos sociales de los que es o se considera parte o cómplice. Piensa históricamente, digamos; pero, nos precisaría Tapia, siempre y cuando por “historia” entendamos no una mera sucesión (cronológica) de hechos, sino, más bien, la producción de relaciones entre esos hechos, sean estos pensamientos individuales o, llamémoslos así, “actos colectivos de conocimiento”.

Pese a la imagen, no se trata, ciertamente, de una representación. Esa propuesta permite caracterizar la manera cómo Zavaleta produce conocimientos. Al respecto, lo que hace Tapia es reconocer las diversas esferas que ha vivido y recorrido Zavaleta, qué varios núcleos ha frecuentado durante su vida, hacia qué periferias ha avanzado, qué contactos relaciones ha reconocido y qué sospechas o propuestas acerca del conjunto ha producido, en un proceso cognoscitivo donde, ciertamente, el tiempo y el espacio se suponen mutuamente o, mejor dicho, donde los tiempos y los espacios se suponen mutuamente y, en este caso, convergen en ese inquieto pensador que fue Zavaleta.

Hay tres momentos Capítulos en este primero La producción del conocimiento local donde esta posición de Tapia es clara y explícitamente perceptible; tres momento ajenos, en cierta forma, al análisis de la obra de Zavaleta “ajenos”, sólo en la medida que Tapia ya no está “leyendo” directamente a Zavaleta sino examinando sus alcances. Uno de estos momentos es la valoración del pensamiento marxista zavaletiano ante las formas más actuales, contemporáneas, de marxismo. Segundo la comparación, Zavaleta sale positivamente diferenciado y valorado. En la misma vena, Tapia confronta el alcance de los (algunos) conceptos zavaletianos con otros análogos, producto del llamado “pensamiento posmoderno”.


Al leer a Tapia es imposible no reconocerle un mérito que acompaña su detallado y análisis de la obra de Zavaleta: el dinámico enriquecimiento de los conocimientos propuestos por ese pensamiento. Zavaleta tiene, sin duda, un lugar ganado denominado “el pensamiento social boliviano”; pero, al leer a Tapia, uno se da cuenta que se lo había tratado como un conjunto de categorías más o menos fijas, quietas, casi inmóviles, en fin, por definidas y por definir, se podría decir cerradas en sí mismas.

APUNTES PARA UN ESTADO PLURINACIONAL

TRABAJO NRO. 2

APUNTES PARA UN ESTADO
PLURINACIONAL

Desde la victoria electoral de Evo Morales el 2005, la oposición política empezó a señalar que había dos tipos de Bolivianos, una indígena, arcaica, subdesarrollada y pobre asentada en el occidente y otra moderna, con un mestizaje regional, exportadora y próspera, en el oriente. La polarización de estas dos naciones hacía inviable cualquier futuro en común, salvo la construcción de institucionalidades cada vez más diferenciadas

Esta élite su falta de nacionalismo, sino lo contrario, su exceso. Fue tan exitosa la inscripción de la lógica nacionalista en este sujeto que reprodujo la aspiración etnocéntrica y homogeneizadora del Estado-nación moderno, sólo que regionalmente fragmentada.

El mundo por esa condición heredada. Es decir, su propio nacionalismo y colonialidad, hoy descentrados regionalmente en identidades mestizas, la empuja hacia un horizonte separatista. Es paradójico que el proyecto nacional mestizo nacido en 1952 se haya convertido en un regionalismo nacionalista que sueña un nuevo Estado nación, con una única lengua, cultura y territorio, es decir, la reproducción de la nación moderna que justifica la guerra de todos contra todos por su ficción de homogeneización.

Se explicitó en la nueva constitución boliviana Más, si aparece como una contradicción que la descolonización pase por el horizonte criollo, mestizo del Estado nación, que se ha constituido precisamente en contra del indio, negando su condición de sujeto político.

su interés particular, el Estado como patrimonio privado, como fuente de acumulación que además implica su dependencia con el mercado internacional y las élites centrales, ha llevado a que en última instancia después de los momentos constitutivos de 1825 y 1899, pero sobre todo 1952 como momento de ruptura de su estatalidad haya perdido su voluntad y capacidad, aún aparente, de realizar el Estado-nación en Bolivia

el concepto de sujeto político tampoco implican necesariamente el de proyecto político, porque puede haber un sujeto sin proyecto y viceversa. Cuando surge la conciencia de la dominación y de que no es natural ni inevitable hay una apertura hacia otra historia posible, hacia la necesidad de transformación

El sujeto indígena no solo es aquel que porta un proyecto plurinacional porque en la interacción de fuerzas de la coyuntura, la élite tradicional ha dejado de representarla nación, este es solo un nivel de análisis. El sujeto indígena puede reconocer su opresión actual, su exclusión histórica y cuestionarla sistema político porque actualiza la memoria de otros ciclos rebeldes y sujetos políticos indígenas en los que se reconoció el origen de la dominación y se generó proyectos políticos diferentes.

El sujeto indígena no solo es aquel que porta un proyecto plurinacional porque en la interacción de fuerzas de la coyuntura, la élite tradicional ha dejado de representarla nación, este es solo un nivel de análisis. El sujeto indígena puede reconocer su opresión actual, su exclusión histórica y cuestionarla sistema político porque actualiza la memoria de otros ciclos rebeldes y sujetos políticos indígenas en los que se reconoció el origen de la dominación y se generó proyectos políticos diferentes.

Teoria del Estado

TRABAJO NRO. 1

DESDE SU PUNTO DE VISTA, LO QUE ES TEORÍA DEL ESTADO O CIENCIA POLÍTICA.

Universidades del Oriente Boliviano como la Universidad Autónoma se enseña “Ciencia Política” mientras que en las Universidades del Occidente se aplique el nombre “Teoría del Estado”, o cualquiera de las dos utilizando la gramática en plural, en donde se les agrega la letra “s” al final.

En esta Ciencia, los límites son más estrechos porque en las Ciencias Naturales, el Estado es una realidad, no se somete a las normas de la naturaleza, dos cosas muy diferentes.

Al respecto, la Teoría del Estado o Ciencia Política es una rama o disciplina del conocimiento humano que abarca tanto a la teoría, como a la práctica.

Posee una serie de planteamientos que dejan de ser tales para ser convertidos en realidad cuando se aplican a la vida real, aspecto que varía de Estado en Estado.

La Teoría del Estado es una disciplina científica especial que se ocupa de investigar la realidad específica del Estado tratando de comprenderlo, explicarlo, describirlo e interpretarlo en su naturaleza, función, su desarrollo y su unidad, deduciendo de su estudio comparativo a través de la historia.

Por otra parte, la Teoría Particular del Estado puede ocuparse de estudiar las instituciones particulares de los Estados en general o las de un grupo determinado de Estados, pero delimitando la investigación a una época limitada, o al dedicarse al estudio de las instituciones de un Estado específico.

ÁREAS DE INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE LA CIENCIA POLÍTICA.-
Las principales áreas de investigación y análisis de la Ciencia Política, entre las cuales algunas podremos analizar a profundidad, son las siguientes (indicando que el orden establecido no refleja importancia ascendente o descendente):
a. El Estado
b. El poder político;
c. Los gobernantes;
d. La Administración Pública;
e. Las políticas públicas;
f. La gestión pública;
d. Los movimientos sociales;

ASPECTOS HISTÓRICOS.-
Durante la Revolución Industrial y las revoluciones liberales del siglo XIX, hubo la necesidad de efectuar una crítica social a fin de evaluar los cambios sociales y políticos que sucedían, así como su impacto en la sociedad y los motivos que los habían producido.


LA REALIDAD POLÍTICA.-
La palabra política designa siempre un sector social de la realidad humana. La política, como realidad humana, supone ante todo la existencia de seres humanos que viven en una interacción constante de grandes y pequeñas jerarquías desde el gerente general hasta el empleado público relación de jerarquías.

RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS.-
La Ciencia Política o Teoría del Estado, como toda ciencia, se relaciona con distintas ciencias y, en ocasiones, hasta se mezcla con otras, apareciendo en el mejor de los casos como una superposición de algo, como el caso que veíamos inicialmente la confusión que se genera con las ramas de Historia del Pensamiento Político y Derecho Político.


La Ciencia Política es muy importante ya que mantienen al mundo trabajando, mediante la relación de poder que se da entre los gobernante y gobernados y que hacen que una sociedad prospere, existe una relación de mando desde una jerarquía superior a una jerarquía interior.