lunes, 30 de junio de 2014

LA PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO LOCAL

TRABAJO NRO. 3

LA PRODUCCIÓN
DEL CONOCIMIENTO LOCAL

La producción del conocimiento local fue escrito como tesis para su doctorado en Ciencias Humanas, mención en Ciencias Políticas (Instituto Universitario de Pesquisas de Rio de Janeiro, 1997). Dentro del amplio ámbito de las ciencias sociales en Bolivia, utilizando este libro como escenario, podríamos localizar dónde escribe Tapia examinando sus (posibles) vínculos con Zavaleta. Ahí, hay dos senderos que vinculan la obra de Tapia con la de Zavaleta: el primero es referencial; el otro, digamos, conceptual y programático. Por un lado, referencialmente, como una constante diseminada a lo largo de su producción intelectual, Tapia ha indicado o se ha referido frecuentemente a la obra de Zavaleta y, más directamente, le ha dedicado ensayos como sus “La pasión histórica del conocimiento y la política.

Por otro lado, conceptual y programáticamente, les sería común el “nacionalismo de izquierda”, como localiza Cerruti a Tapia leyendo su Autonomía moral e intelectual en la política, y que Zavaleta también frecuentó al tratar “lo nacional popular”. Aunque, a primera vista, lo conceptual primaría en esta perspectiva, pues se trata de pensar cómo se producen los conocimientos (sociales) locales, no hay que olvidar que todo ello implica un compromiso político de ahí lo de programático, el de un marxismo (“izquierda”) atento a los procesos locales  (“nacionalismo”).

Este libro de Tapia es seguramente el más minucioso y preciso completo trabajo sobre la obra de René Zavaleta Mercado. Es un detallado viaje por toda la obra zavaletiana, desde sus escritos juveniles hasta su inacabado Lo nacional popular en Bolivia. Todo Zavaleta está aquí: sus libros, sus múltiples y dispersos ensayos y artículos periodísticos, en fin, todo lo encontrarle de su producción intelectual. También están las condiciones contextuales sociales, culturales que entornaron cada una de las etapas que transitó.

Hay varias etapas en este recorrido, “esferas de conocimiento”, las denomina Tapia. En todas ellas, Zavaleta está estrechamente ligado con su entorno socio histórico. No piensa solo, se diría, piensa junto a otros pensadores, piensa junto a los activos actores y hechos sociales de los que es o se considera parte o cómplice. Piensa históricamente, digamos; pero, nos precisaría Tapia, siempre y cuando por “historia” entendamos no una mera sucesión (cronológica) de hechos, sino, más bien, la producción de relaciones entre esos hechos, sean estos pensamientos individuales o, llamémoslos así, “actos colectivos de conocimiento”.

Pese a la imagen, no se trata, ciertamente, de una representación. Esa propuesta permite caracterizar la manera cómo Zavaleta produce conocimientos. Al respecto, lo que hace Tapia es reconocer las diversas esferas que ha vivido y recorrido Zavaleta, qué varios núcleos ha frecuentado durante su vida, hacia qué periferias ha avanzado, qué contactos relaciones ha reconocido y qué sospechas o propuestas acerca del conjunto ha producido, en un proceso cognoscitivo donde, ciertamente, el tiempo y el espacio se suponen mutuamente o, mejor dicho, donde los tiempos y los espacios se suponen mutuamente y, en este caso, convergen en ese inquieto pensador que fue Zavaleta.

Hay tres momentos Capítulos en este primero La producción del conocimiento local donde esta posición de Tapia es clara y explícitamente perceptible; tres momento ajenos, en cierta forma, al análisis de la obra de Zavaleta “ajenos”, sólo en la medida que Tapia ya no está “leyendo” directamente a Zavaleta sino examinando sus alcances. Uno de estos momentos es la valoración del pensamiento marxista zavaletiano ante las formas más actuales, contemporáneas, de marxismo. Segundo la comparación, Zavaleta sale positivamente diferenciado y valorado. En la misma vena, Tapia confronta el alcance de los (algunos) conceptos zavaletianos con otros análogos, producto del llamado “pensamiento posmoderno”.


Al leer a Tapia es imposible no reconocerle un mérito que acompaña su detallado y análisis de la obra de Zavaleta: el dinámico enriquecimiento de los conocimientos propuestos por ese pensamiento. Zavaleta tiene, sin duda, un lugar ganado denominado “el pensamiento social boliviano”; pero, al leer a Tapia, uno se da cuenta que se lo había tratado como un conjunto de categorías más o menos fijas, quietas, casi inmóviles, en fin, por definidas y por definir, se podría decir cerradas en sí mismas.

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